Cáncer de orofaringe detectado por primera vez a través de una prueba de saliva, causado por el virus del papiloma humano-16 (VPH-16) es un adulto asintomático. Si este hallazgo se pudiese replicar en una muestra más grande de individuos asintomáticos sanos, los investigadores sugieren que la detección generalizada del VPH-16 podría estar un paso más cerca. Y cabe recordar que este es el principal impulsor de las altas tasas de cáncer de orofaringe,.
La prueba de saliva para detectar el Cáncer de orofaringe fue desarrollada por la Doctora Punyadeera y su primer autor fue Kai Dun Tang, ambos de la Universidad Tecnológica de Queensland. Esta se administra como un enjuague oral. Así, el individuo agita una solución salina en su boca durante un minuto o dos y luego escupe la muestra en un tubo.
Estudio de prevalencia
La prueba de saliva se estaba analizando en un estudio de prevalencia de ADN del VPH-16 en curso, en el que participaron 650 participantes sanos sometidos a pruebas de ADN del VPH-16 oral. De estos, 3 han sido identificados por tener infección oral persistente por el ADN del VPH-16.
Después de haberse acercado a estos tres participantes, un hombre de mediana edad que había sido consistentemente positivo en cáncer de orofaringe para el ADN del VPH-16 por un período de 36 meses, y cuya carga viral del VPH-16 había aumentado constantemente con el tiempo, fue invitado a asistir a una evaluación clínica de oído, nariz y de garganta (pero ninguna reveló anormalidades significativas).
La evaluación clínica estándar para malignidad orofaríngea incluye examen de luz blanca para detectar masas, detección de irregularidades o asimetría de las estructuras subyacentes y palpación de la base de la amígdala y la lengua.
Las imágenes transversales con tomografía computarizada o resonancia magnética también pueden ser útiles, pero estos estudios de imágenes no pueden detectar lesiones de un tamaño menor a unos pocos milímetros.
En el caso de este individuo, se recogieron muestras de enjuague bucal salival al inicio del estudio y nuevamente a los 6, 12 y 36 meses después de la inscripción en el estudio, así como a las 2 semanas después de que el paciente decidió someterse a una amigdalectomía bilateral.
Sin duda, estamos hablando de un nuevo paso adelante en la lucha por reducir la gran cantidad de muertes por cáncer que se producen año a año.